Las 4C del diamante
Durante muchos años la calificación de un diamante variaba según la parte del mundo en la que se analizara. Antes de que apareciera el sistema de las 4C existía un descontrol y libre albedrío en la calificación de estas piedras preciosas. Gracias a este sistema podemos tener un mayor control y fiabilidad en la calidad de los diamantes que se venden.
Puede parecer algo sin mucha importancia, pero para el comercio internacional de diamantes del siglo XX esto era un caos. Se necesitaba una estandarización en cuanto a criterios de clasificación de diamantes, de manera urgente. Y este problema lo solucionó las 4C del diamante.
Contenido del artículo:
1. Las 4C
1.1. Corte («Cut» en inglés)
a. ¿Forma y talla son lo mismo?
b. Las tallas más utilizadas
1.2. Claridad («Clarity» en inglés)
1.3. Color («Color» en inglés)
1.4. Quilates («Carat weight» en inglés)
a. El peso en puntos
b. Calculadora: averigua cuanto pesa tu diamante
Las 4C
Todos tenemos en nuestra mente al diamante como un mineral brillante con acabados perfectos pero, ¿Y si te digo que no todos los diamantes son igual de hermosos? El hecho de que un diamante sea deslumbrante depende de si cumple favorablemente las 4C.
¿Y qué son las 4C? Las 4C se refieren a los atributos en ingles “cut” (corte), “clarity” (claridad), “color” (color) y “carat weight” (quilates).
Todos estos atributos son los que marcan el precio de nuestro diamante.
¿Te apetece descubrir todos estos atributos en profundidad? ¡Pues vamos allá!
Primera C: Corte
Hay un dicho que dice que “las cosas bien hechas, bien parecen”, pues lo mismo ocurre con el corte del diamante.
¿Sabías que al corte también lo llaman talla?

Cuando hablamos del corte tenemos que referirnos a Marcel Tolkowsky, un ingeniero y lapidario belga. El fue el que estudió cuales tendrían que ser las proporciones ideales de un diamante talla brillante para que toda la luz que recibiera la expulsara por su parte superior.
Si tallamos nuestro diamante respetando lo máximo posible las proporciones ideales de Marcel Tolkowsky, te puedo asegurar que la cantidad de luz que devolverá nuestro diamante será excepcional. Este brillo incluso hará que tu diamante parezca más grande de lo que en realidad es. Con lo cual, apostar por un diamante bien cortado es fundamental.
Pero, ¿Qué sucede si un diamante no cuenta con esas proporciones ideales?

Tomando la representación gráfica de arriba, vemos que si nuestro diamante está mal tallado, tendrá zonas oscuras con escaso o nulo brillo. ¿Te gustaría lucir un diamante así? Ten en cuenta que las proporciones del diamante es uno de los factores que hace referencia a la talla, ya que existen otros dos factores como la simetría y el pulido que veremos en otro artículo.
Y ¿Cómo se clasifica la talla? Bajo la terminología excelente, muy buena, buena, media e imperfecta, como puedes ver en la escala de abajo.

¿Forma y talla son lo mismo?
Como bien te aclaré antes, al corte también se le llama talla, de ahí que mucha gente diga que quiere un diamante bien cortado o bien tallado. Pero, ¿La forma y la talla es lo mismo? Aunque mucha gente confunda estos términos, talla y forma no tienen nada que ver, aunque a veces puede que coincida.
Para que lo entiendas te lo explicaré gráficamente.


Las tallas de diamante más comunes
En este aspecto hay una innovación constante, ya que somos testigo de la infinidad de nuevas tallas que van apareciendo en el mercado. Pero para que veas algunas de ellas, te enseñaré las más comunes.









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Segunda C: Claridad
Tanto los diamantes naturales como los diamantes creados en laboratorios son el producto de una fuente de carbono que fue sometida a unas presiones y temperaturas extremas. Si has leído nuestro artículo “¿Cómo se forman los diamantes?” ya sabes de lo que te estamos hablando. Si no lo has leído, pincha en la siguiente imagen para descubrir cómo se han creado estas piedras preciosas.
Pues bien, durante esa formación del diamante, se van generando una multitud de características que, dependiendo donde se encuentran en el diamante, se llamarán de una manera u otra. Si se ubican en la superficie del diamante hablaremos de imperfecciones, pero si se están en su interior pasaremos a llamarlas inclusiones.
Debes saber que ningún diamante es perfectamente puro pero cuanto más se acerca a esta perfección, mayor será su valor.
Para que puedas determinar la pureza de un diamante, tienes que fijarte en la claridad que viene anotada en el certificado. La claridad del diamante va de FL (la mejor claridad) a I3 (la peor claridad). Lo puedes apreciar en la siguiente escala y descubrir en detalle cada una de estas claridades.


FL
Sin inclusiones y sin imperfecciones visibles para un gemólogo con una lupa de 10 aumentos (x10).

IF
No hay inclusiones y solo las imperfecciones son visibles para un gemólogo con una lupa de 10 aumentos (x10).

VVS1 / VVS2
Las inclusiones diminutas varían de extremadamente difíciles a muy difíciles de ver y son visibles para un gemólogo con una lupa de 10 aumentos (x10).

VS1 / VS2
Las inclusiones menores varían de difíciles a algo fáciles de ver y son visibles para un gemólogo con una lupa de 10 aumentos (x10).

SI1 / SI2
Las inclusiones notables varían de fáciles a muy fáciles de ver y son visibles para un gemólogo con una lupa de 10 aumentos (x10).

I1 / I2 / I3
Las inclusiones obvias son visibles para un gemólogo con una lupa de 10 aumentos (x10) y pueden afectar a la transparencia y el brillo del diamante.
Viendo la escala de claridad, en concreto el grado FL, habrás pensado que te he engañado respecto a los diamantes perfectamente puros, pero no es así. Según el más prestigioso laboratorio gemológico, el GIA, el grado FL se refiere a lo siguiente:
“Sin inclusiones y sin imperfecciones visibles para un gemólogo con una lupa de 10 aumentos (x10)”
Si te detienes en esta frase verás que dice explícitamente que no se ven imperfecciones por parte de un gemólogo experto usando una lupa de 10 aumentos. Esto significa que si hacemos más zoom en esa piedra, acabaremos encontrando alguna inclusión. Como ves, no te engañé cuando te dije que no hay un diamante perfectamente puro.
No quiero quitarle merito a este grado de claridad, considerado una rareza, ya que tan solo el 1% de todos los diamantes extraídos cuentan con este grado de claridad. Impresionante ¿Verdad?
Antes de terminar con el tema de la claridad, me gustaría comentarte algo importante que debes tener en cuenta: dependiendo de la talla y el tamaño de tu diamante, las inclusiones serán más visible. Dicho esto, existen algunas tallas donde las inclusiones son más visibles, como por ejemplo la talla esmeralda. Y si tu diamante tiene un peso superior a 1 quilate, las inclusiones se percibirán con mayor facilidad. Con lo cual, en estos dos casos te aconsejo apostar por un buen grado de claridad.
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Tercera C: Color
Como bien dice su nombre, este atributo se refiere al color de nuestro diamante. La gama de color de un diamante varia de un blanco “puro” a un diamante con tintes amarillos. Esto es así, ya que la gran mayoría de los diamantes tienen una leve tonalidad amarilla que en algunos se presenta de manera más o menos visible. Esto lo puedes apreciar en la siguiente escala de color que va de la letra D a Z:

Tomando esta escala de color, cuanto más incoloro (cercano al color D) sea nuestro diamante, más caro será..
Para averiguar el color de nuestro diamante, los gemólogos van comparando el diamante con un “conjunto maestro” para ver con qué piedra se asemeja más en cuanto a color.

Cuarta C: Quilates
El quilate (ct.) es una unidad de peso que equivale a 0,20 gramos.
1 ct. = 0,20 g.
Lo que tienes que tener muy claro es que, en ningún caso, el quilate se refiere al tamaño. Es decir que nos podemos encontrar con dos diamantes talla brillante con el mismo diámetro pero con peso diferente. Esto se debe a que tienen distinta profundidad (altura).
Intentaré explicarme mejor con esta gráfica:

Siguiendo con nuestro ejemplo, si estos diamantes talla brillante tuvieran ambos las proporciones ideales de Marcel Tolkowsky (En rojo. No todos tienen estas medidas ideales, de ahí que peso y tamaño no coincida entre piedras), a mismo diámetro tendrían que pesar lo mismo. Si se diera este caso, los tamaños serían los siguientes (siempre y cuando la talla respete las proporciones de Marcel Tolkowsky):

Si coges una moneda de 1 céntimo (EURO), te podrás hacer una idea del diámetro de un diamante de 1 quilate tallado de manera excelente. Coincide con la tierra representada en esa moneda. ¡Haz la prueba!
El peso de un diamante en puntos
Dependiendo con quien trates a la hora de comprar diamantes, puede haber profesionales que no hablen en quilates sino en puntos. ¿Y cómo se traducen los quilates en puntos? Tomando el peso en quilates y multiplicándolo por 100.
Por lo que un diamante de 0,10 quilates será un diamante de 10 puntos.
¿Cuánto pesa tu diamante?
¿Quieres saber el peso del o los diamantes que luces en tus joyas? Si es el caso, te facilito unas tablas para saber el peso de tus diamantes. ¡Tan solo necesitarás una regla!
Ten en cuenta que este método no es preciso. Si buscas precisión, se tendrán que desmontar las piedras parar pesarlas con un pesa especial llamada quilatero.
Un anillo mio el diamante está oscuro en el medio pero mi joyero me dijo que era suciedad
puede que sea que este mal tallado?
Hola! Puede que lo que haya bajo tu diamante sea suciedad. Esto se podría solucionar con una limpieza profesional exhaustiva pero, en algunos casos la parte que se encuentra debajo de una piedra no es muy accesible así que, la única forma de poder limpiar esa zona es desmontando la piedra. Si con esto no se ha solucionado el problema, existen fuertes posibilidad de que tu diamante tenga mucha profundidad (es decir, mucha altura), de ahí que el centro de la piedra sea más oscura. Con lo cual, podría ser que tu diamante no tenga una de las mejores tallas. Espero haberte ayudado!
Un saludo!